Hay series que no merecen que le dediquemos más tiempo que el que dura el episodio piloto; otras, sin embargo, las devoramos en una tarde de maratón; existen series longevas con las que han nacido y crecido, aquellas que siempre estuvieron ahí, y están nuestras series favoritas, aquellas que no queremos que sean nunca canceladas.

Ficciones como Hannibal, Inhumans, los dramas de héroes como Lucas Cage o Iron Firts, las presas favoritas de Orange is the new Black, son algunos de los títulos que se van a negro y ya no volverán a estrenar ningún episodio nuevo.
Y aunque no podamos ver nuevas aventuras, siempre nos quedará Netflix, HBO o Movistar+ para recrear cuantas veces queramos las historias que nos engancharon a estas series y meternos en la piel de nuestros personajes favoritos otra vez.

Los tiempos cambian, las formas de entretenimiento evolución, y hoy en día todo gira en torno a Internet. Cómo nos comunicamos con los demás. Cómo buscamos información. Cómo disfrutamos de nuestro tiempo libre. Incluso ese sagrado tiempo delante del televisor, en el sofá, en familia, en pareja o en solitario, parece estar ya en peligro de extinción. Y todo porque hace años, a alguien se le ocurrió que podían llevarle el videoclub a cualquier persona del mundo a su hogar, para que pudiera elegir qué ver en cualquier momento.

La revolución que supuso Netflix en su momento, como primer gran videoclub online, no se ha notado hasta tiempo después. Auspiciado en estados unidos por los canales de pago como Showtime o HBO, el sistema de llevar películas y series diferentes y a la carta a los espectadores a cambio de una pequeña tarifa mensual ha explotado de lleno en esta década. Hoy en día, los servicios de streaming cuentan con cientos de millones de usuarios en todo el mundo. Y parece que hay sitio para una nueva plataforma…

Hay actores que nos acompañan siempre en el recuerdo cuando los conocemos en una serie de televisión. Durante años y temporadas enteras hemos seguido sus aventuras como los adolescentes que parecían ser eternos como Steve Urkel o Malcolm, las travesuras de Punky Brewster y los líos de Tahj Mowry en Ese Chico es un genio.

Los conocimos con su aspecto de niños o de adolescentes, y parece como, si al acabar la serie, se echara el telón de sus vidas, nos cuesta reconocerles haciendo de otros personajes o es como si nos traicionaran al hacerse mayores o al interpretar a otro tipo de personajes.
En este post vamos a ver qué fue de esos héroes de las series favoritas de nuestra infancia y adolescencia y a qué se dedicaron después de interpretar el papel que les llevó a la fama.