Black Mirror quiere poner de moda los episodios interactivos

A finales de 2011, Channel 4 estrenó una serie distinta en su parrilla, diferente, distópica, terrorífica en algún sentido, aunque ni mucho menos era de terror, fascinante y sobre todo, muy polémica. Black Mirror se convirtió pronto en todo un fenómeno de masas que traspasó Reino Unido y que llegó hace un par de años a Netflix, para coger el testigo de la televisión británica a la hora de ofrecer estas pequeñas pesadillas tecnológicas a modo de antología, ya que cada capítulo es independiente del resto (aunque están conectados).

La serie se ha convertido para muchos en un auténtico referente de la televisión actual, de cómo manejar los diferentes géneros y fundirlos en una sola serie que además, gusta de jugar con la mente del espectador. No es Black Mirror una serie sencilla, ni mucho menos, pero tal vez eso haya hecho que muchos se interesen por ella. Siempre innovando, siempre yendo más allá, la quinta temporada se estrenará próximamente y viene con un episodio muy especial.

¿En qué consiste un episodio interactivo?

Hace unos meses, los responsables de Black Mirror anunciaron que esta nueva temporada contaría con un episodio interactivo, en el que el propio usuario elegiría el final de la historia. Así como en los típicos libros de “Elige tu propia aventura”, será el espectador el que tenga en su mano el poder de decidir qué es lo que ocurre al final de ese capítulo en concreto, algo que hasta ahora no se había visto en la televisión actual, al menos en una plataforma de VOD. Es cierto que muchos están jugando con este tipo de factores gracias a que la tecnología ha abierto muchas puertas en el sentido de la reciprocidad, del feedback, de convertir los productos en algo público que no solo se transmite de una parte a otra, sino por ambas.

 

La influencia de los libros y videojuegos interactivos

Está claro que desde el principio de los tiempos, los productos culturales han seguido una conducta determinista en su contenido. El autor decidía qué era lo que iba a pasar en la historia, y la entregaba ya terminada, para disfrute de los espectadores, oyentes o jugadores. Pero eso cambió pronto, con los libros que te permitían elegir el camino a seguir entre varias opciones (yendo a tal página o a tal otra) y también con la influencia de los videojuegos que ofrecen un mundo abierto o simplemente varias opciones a elegir para llegar a cabo una misión, lo que hará que el final y la historia en sí cambien según nuestras propias decisiones. Llevar esto a un producto audiovisual como Black Mirror es algo arriesgado, ya que se debe rodar mucho para dar distintas opciones a los usuarios.

 

El gato con botas y otras series interactivas de Netflix

No es la primera serie de Netflix que utiliza este concepto, porque hace ya un año aparecieron los primeros capítulos de la serie animada de El Gato con Botas, en los cuales, ya desde el primer momento, se nos daba la opción de escoger el camino que el protagonista seguiría. Según nuestra decisión, veríamos una serie u otra. Por ejemplo, elegir a quien será amigo y enemigo hará que todo el universo de la serie cambie. Esto nos permite, además, poder disfrutar de las dos historias, habiendo acabado una y volviendo a la otra. La serie Buddy Thunderstruck, también de Netflix, utiliza este mismo  mecanismo para ofrecer distintas variables a la audiencia, que será finalmente la que elija.

 

Si fueras tú, el experimento de Atomis Media y su serie 100 % interactiva

A través de la plataforma online PlayZ, RTVE presentó hace unos meses un proyecto muy interesante en este sentido. Se trataba de Si Fueras tú, una serie transmedia producida por Atomis Media y que se podría ver en dicha plataforma, eligiendo además los usuarios el final que querían para cada capítulo y cómo deseaban que siguiera la historia. Además, se podía hablar con la protagonista de la serie, Alba (interpretada por María Pedraza), y encontrar mucha información sobre el enigma que la serie proponía en redes sociales. Un experimento que causó gran expectación entre el público milennial, y que abrió las puertas a más productos de este tipo en el futuro.

Era una serie cien por cien interactiva donde los usuarios tomaban el mando y decidían qué hacer en cada momento. Eso obligaba a los creadores a mantener abiertas varias tramas, ya que no les correspondía a ellos cerrarlas, sino a los propios usuarios. La serie es una adaptación de Reservoir Hills, un producto del mismo tipo que se creó hace unos años en Nueva Zelanda, y que ha sido adaptado a nuestro país por el mismo equipo detrás de El Ministerio del Tiempo.